EL PUESTO DE LA ORTO(TIPO)GRAFÍA EN EL COSMOS [FRAGMENTO]
- RICARDO R. LAUDATO
- 6 nov
- 4 Min. de lectura

¿Por qué no comenzar con un pistoletazo? Si lo Real es averbal (como lo vivencian domésticos el perro o la cucaracha), ¿qué porción de lo Real palpa el ser humano que recorre con la mirada los títulos de los tomos alineados en una repisa? William James lo había señalado de manera invertida: Acaso estemos en el universo como lo están gatos y perros en nuestras bibliotecas, ya que ven los libros y oyen las conversaciones sin tener la menor sospecha del sentido del conjunto. Es patente que la diferencia es apenas grafomaníaca, pues, de su parte, el analfabeto está a mitad camino de ambos modos de observación. La pregunta cala, obviamente, pues no queda claro por qué se juzga tan indispensable a la lectoescritura alfabética. ¿O será una adicción recreativa más? Es decir, ¿será la práctica psicoactiva por excelencia del alfabetizado en hedor de tedio?
La situación es bien conocida, aunque nunca francamente digerida. Desde al menos tres milenios, esta lectoescritura simula articular significaciones idiomáticas como los hilos que mueven a las marionetas, prestándoles un dinamismo psíquico del que carecen. ¿Sucederá lo mismo con las ortografías idiomáticas en un suburbio del planeta, donde se vocifera a sueldo acerca de una supuesta inteligencia fabricada a granel? Aun admitiendo que no es fácil deshacerse de los milenios de escarceos alfabéticos, ¿sería arriesgar demasiado el explayarse, parodiando el título de un famoso escrito de Max Scheler? El puesto de la orto(tipo)grafía en el cosmos. La esclerosis proyecta en el orbe de lo extramental el impermeable maridaje entre cosmos y lectoescritura. Si es cierto que a buen entendedor, pocas palabras, aquí se acabaría el escrito. Lo que sigue vendrá a ser regurgitación para el ánimo parlanchín.
Sensatamente, en todo caso, vale desempolvar la voz «cosmos»; esto es, orden, ley, rito o arreglo (como en la frase arreglo floral). Sin faltarle a ninguna filología de entrecasa, «cosmos» podría aplicarse tanto a una cara maquillada como a algún tipo de software. Tales aplicaciones serían, empero, ajenas a la sensibilidad helénica antigua, pues aquel cosmos fue inteligente ( ante la contractura del actual), a causa de esa larva psíquica que el Renacimiento parcialmente europeo ha entronizado como «máquina». ¿Se ha explicado suficientemente qué detonó la enemiga entre el artefacto y lo orgánico en el imaginario colectivo de las tribus caras pálidas? Menos todavía se ha explicado por qué grupos humanos de hace tres mil años, forzosamente ubicado en la oralidad, sintieron la necesidad de la lectoescritura alfabética. Empero, contemplando a millones de seres humanos «marionetizados» a diario por dispositivos electrónicos, se impone inquirir: ¿cuál es el meollo de la potencia gnoseológica de los alfabetos y sus máscaras? Esto es, las ortografías idiomáticas. ¿Será que el abecedario y sus conjuntos son «cosmogónicos» y hasta «cosmográficos»? Contra las delicias de lo alfanumérico, su existencia nos abruma; es otro vampiro energético (basto giro de moda), como la rueda, la pala o la escoba lo son para el holgazán profundo.
Según parece, por lo demás, no hay cosmogonía sin conciencia humana ni cosmografía, sin la mano del hombre. Apartando lo cosmogónico, se patentiza que la lectoescritura no es invariante antropológica, sino conjunto de artesanías, una «tecnología» (en el griego alejandrino que usaba «tecnógrafo» en la Retórica a Alejandro). En todo caso, lo medular es que, por presión de la imprenta, la lectoescritura haya modelado a la Modernidad, tornándose artesanía totalitaria. ¿Prueba contundente? En Euroamérica, se ha tragado a todas las otras artes y artesanías, esterilizando además a las sensibilidades correspondientes. Si no, ¿cómo explicarse la mirada perdida, tanto del analfabeto como del semialfabetizado, al recibir un libro como obsequio? Desde esa Modernidad pues, a las figuraciones alfabéticas, se las conoce como «tipografía» y, desde la materialización de las ocurrencias de Steve Jobs, como «Apple» (o afines). Con todo, exhibimos impúdicamente una contradicción. En caso de que los marcianos nos observaran, nos juzgarían cartógrafos mancos, ya que actuamos ante la lectoescritura como una Helen Keller que jurara por la vista, mientras leyera, sensaciones hápticas mediante. Amputados de alguna extremidad, continuamos empero sintiéndola; es decir, padecemos de semialfabetización.
Tampoco puede disimularse que el abecedario es proteico. Hay, entre tantos enfoques, la posibilidad de acercar a los símbolos alfabéticos a la cibernética. De la máquina, ahora fascina la repetición senil: el automatismo, aunque se la disfrace de potencia mental. En su introducción al tema, para la enseñanza media, Qué es la cibernética (1975), Víctor Mijáilovich Glushkov, ebrio de la atmósfera que el Diamat infundía en la enseñanza soviética, se preguntaba cómo reforzar la potencia intelectual de la humanidad en la segunda mitad del siglo XX. La respuesta, obvia para el matemático, consistía en la automatización del trabajo mental que se vale del cálculo electrónico. ¿Qué lo empujó a confundir el esfuerzo reflexivo con un arreglo mostrenco de cifras? ¿Juegos de palabras o veleidades de la abstracción desatada? Del guarismo al algoritmo, al menos, en lengua castellana, apenas habría un patronímico; y el mismo Al-Juarismi acaso se sorprendería del hado léxico que determinó que su apodo sea hoy indico de varios conceptos matemáticos.
En sentido casi contradictorio y desde una década antes, en cambio, Eric A. Haveloc, comenzando por su Prefacio a Platón (1963), se había inclinado a considerar la difusión del abecedario griego (acaso el único prototipo legítimo) como una disminución de la potencia del crecimiento de la mente griega temprana. Tal vez debido al signo de los tiempos, el filólogo llamaba al libro la capacidad de almacenar información a fin de reutilizarla. Desde allí, pues, indicaba que entre Homero y Platón habría acontecido un cambio en la manera de almacenar el saber por culpa de la alfabetización. La clave corporal radicaba, entonces, en el que el cultivo de la memoria colectiva pasaba de la audición a la vista. Considerando a Platón como el punto medio entre la Hélade heroica y los pensamientos de la Alejandría erudita, su condena de la lectoescritura alfabética plantea una encrucijada admitida por muy pocos.

![YO SIEMPRE TENGO RAZÓN [VICENTE FATONE]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_31c67053ea3c4f7bb712065c50504b0c~mv2.jpg/v1/fill/w_447,h_250,fp_0.50_0.50,q_30,blur_30,enc_avif,quality_auto/68845d_31c67053ea3c4f7bb712065c50504b0c~mv2.webp)
![YO SIEMPRE TENGO RAZÓN [VICENTE FATONE]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_31c67053ea3c4f7bb712065c50504b0c~mv2.jpg/v1/fill/w_220,h_123,fp_0.50_0.50,q_90,enc_avif,quality_auto/68845d_31c67053ea3c4f7bb712065c50504b0c~mv2.webp)




![FEDERICO GARCÍA LORCA, RETRATO DEL NATURAL [RRL, fragmento]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_c1a0ed5fce384238acd71fd788216bd9~mv2.jpg/v1/fill/w_447,h_250,fp_0.50_0.50,q_30,blur_30,enc_avif,quality_auto/68845d_c1a0ed5fce384238acd71fd788216bd9~mv2.webp)
![FEDERICO GARCÍA LORCA, RETRATO DEL NATURAL [RRL, fragmento]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_c1a0ed5fce384238acd71fd788216bd9~mv2.jpg/v1/fill/w_220,h_123,fp_0.50_0.50,q_90,enc_avif,quality_auto/68845d_c1a0ed5fce384238acd71fd788216bd9~mv2.webp)










![EL HARTANTE «VASO DE AGUA» [RRL]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_ed642daf428741bb9ff29ed79348f3f1~mv2.png/v1/fill/w_447,h_250,fp_0.50_0.50,q_35,blur_30,enc_avif,quality_auto/68845d_ed642daf428741bb9ff29ed79348f3f1~mv2.webp)
![EL HARTANTE «VASO DE AGUA» [RRL]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_ed642daf428741bb9ff29ed79348f3f1~mv2.png/v1/fill/w_220,h_123,fp_0.50_0.50,q_95,enc_avif,quality_auto/68845d_ed642daf428741bb9ff29ed79348f3f1~mv2.webp)
![LA INVOLUCIÓN ALFABÉTICA [RRL]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_41b034f37a964a049318c52d11c1087e~mv2.jpg/v1/fill/w_317,h_250,fp_0.50_0.50,q_30,blur_30,enc_avif,quality_auto/68845d_41b034f37a964a049318c52d11c1087e~mv2.webp)
![LA INVOLUCIÓN ALFABÉTICA [RRL]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_41b034f37a964a049318c52d11c1087e~mv2.jpg/v1/fill/w_38,h_30,fp_0.50_0.50,q_90,enc_avif,quality_auto/68845d_41b034f37a964a049318c52d11c1087e~mv2.webp)
![EL PUESTO DE LA ORTO(TIPO)GRAFÍA EN EL COSMOS [FRAGMENTO]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_f234ebb9527f4d02922939bea7996acc~mv2.jpg/v1/fill/w_380,h_250,fp_0.50_0.50,q_30,blur_30,enc_avif,quality_auto/68845d_f234ebb9527f4d02922939bea7996acc~mv2.webp)
![EL PUESTO DE LA ORTO(TIPO)GRAFÍA EN EL COSMOS [FRAGMENTO]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_f234ebb9527f4d02922939bea7996acc~mv2.jpg/v1/fill/w_38,h_25,fp_0.50_0.50,q_90,enc_avif,quality_auto/68845d_f234ebb9527f4d02922939bea7996acc~mv2.webp)
![LA PRECISIÓN IDIOMÁTICA [RRL]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_87828f967fd2492e969d9004f1f1dee7~mv2.png/v1/fill/w_452,h_250,fp_0.50_0.50,q_35,blur_30,enc_avif,quality_auto/68845d_87828f967fd2492e969d9004f1f1dee7~mv2.webp)
![LA PRECISIÓN IDIOMÁTICA [RRL]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_87828f967fd2492e969d9004f1f1dee7~mv2.png/v1/fill/w_38,h_21,fp_0.50_0.50,q_95,enc_avif,quality_auto/68845d_87828f967fd2492e969d9004f1f1dee7~mv2.webp)
![LÍNEAS GENERALES PARA LA CONSULTORÍA LINGÜÍSTICA [RRL]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_dd9b9fa0e1034c6f82ff64a053afdb9c~mv2.jpg/v1/fill/w_452,h_250,fp_0.50_0.50,q_30,blur_30,enc_avif,quality_auto/68845d_dd9b9fa0e1034c6f82ff64a053afdb9c~mv2.webp)
![LÍNEAS GENERALES PARA LA CONSULTORÍA LINGÜÍSTICA [RRL]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_dd9b9fa0e1034c6f82ff64a053afdb9c~mv2.jpg/v1/fill/w_38,h_21,fp_0.50_0.50,q_90,enc_avif,quality_auto/68845d_dd9b9fa0e1034c6f82ff64a053afdb9c~mv2.webp)
![YO SIEMPRE TENGO RAZÓN [VICENTE FATONE]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_31c67053ea3c4f7bb712065c50504b0c~mv2.jpg/v1/fill/w_452,h_250,fp_0.50_0.50,q_30,blur_30,enc_avif,quality_auto/68845d_31c67053ea3c4f7bb712065c50504b0c~mv2.webp)
![YO SIEMPRE TENGO RAZÓN [VICENTE FATONE]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_31c67053ea3c4f7bb712065c50504b0c~mv2.jpg/v1/fill/w_38,h_21,fp_0.50_0.50,q_90,enc_avif,quality_auto/68845d_31c67053ea3c4f7bb712065c50504b0c~mv2.webp)
![LA POLISEMIA DE "FILOSOFÍA" [RRL, fragmento]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_072d56b58d674ed6bdd28a2a7b126ea0~mv2.jpg/v1/fill/w_380,h_250,fp_0.50_0.50,q_30,blur_30,enc_avif,quality_auto/68845d_072d56b58d674ed6bdd28a2a7b126ea0~mv2.webp)
![LA POLISEMIA DE "FILOSOFÍA" [RRL, fragmento]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_072d56b58d674ed6bdd28a2a7b126ea0~mv2.jpg/v1/fill/w_38,h_25,fp_0.50_0.50,q_90,enc_avif,quality_auto/68845d_072d56b58d674ed6bdd28a2a7b126ea0~mv2.webp)
![LA BIBLIOTECA ONÍRICA [RRL]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_e53c4b0303554c11a4f360abdd539d05~mv2.jpg/v1/fill/w_328,h_250,fp_0.50_0.50,q_30,blur_30,enc_avif,quality_auto/68845d_e53c4b0303554c11a4f360abdd539d05~mv2.webp)
![LA BIBLIOTECA ONÍRICA [RRL]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_e53c4b0303554c11a4f360abdd539d05~mv2.jpg/v1/fill/w_38,h_29,fp_0.50_0.50,q_90,enc_avif,quality_auto/68845d_e53c4b0303554c11a4f360abdd539d05~mv2.webp)
![EL ABECEDARIO LOCUAZ: HELEN KELLER. [RRL]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_37e7a46095e640d8adec8a6c2d6de433~mv2.jpg/v1/fill/w_452,h_250,fp_0.50_0.50,q_30,blur_30,enc_avif,quality_auto/68845d_37e7a46095e640d8adec8a6c2d6de433~mv2.webp)
![EL ABECEDARIO LOCUAZ: HELEN KELLER. [RRL]](https://static.wixstatic.com/media/68845d_37e7a46095e640d8adec8a6c2d6de433~mv2.jpg/v1/fill/w_38,h_21,fp_0.50_0.50,q_90,enc_avif,quality_auto/68845d_37e7a46095e640d8adec8a6c2d6de433~mv2.webp)





Comentarios