LA SENSIBLERÍA [RRL]
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Hace muchos siglos que lo afectivo está bajo sospecha en Occidente; sobre todo, porque lo afectivo se asocia injustamente a lo parcial y lo personalmente conveniente. Con o sin antropología, se desconoce la posibilidad de una «afectividad normativa»; vale decir, de una afectividad colectiva que no sea una suerte de baba de la infancia perpetua (sometida, además, a los frenesíes de la adolescencia). Si no hay afectividad normativa, hay sensiblería y chochez (aunque no se sea anciano); lo más cercano a la estupidez.
Ahora bien, la afectividad colectiva vulnerada se derrama en una falta de perspicacia y en un hundimiento de otras inteligencias (no las de los psicólogos). Intentemos un quebrado: las técnicas diferentes son a la perspicacia lo que las tecnologías a la estupidez afectiva.
Como cierre, puede intentarse expresar la situación en una fórmula: de los últimos seis mil años, el siglo XIX esel único tecnológicamente discapacitado.
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